El plan para evitar inundaciones en Tabasco, elaborado por el régimen foxista en 2003, quedó inconcluso, a pesar de que se advirtió la necesidad de que continuara.El Proyecto Integral contra Inundaciones (Pici) preveía una inversión de 2 mil 60 millones de pesos, de los cuales 70% sería aportado por el gobierno federal y 30% por el gobierno estatal.
En el informe 2000-2006 de la Comisión Nacional del Agua, se establece que el objetivo del programa era disminuir “significativamente el riesgo de una inundación catastrófica”, por lo cual “será necesario continuar la construcción de las obras de control y regulación de caudales que se requieren para proteger a la población”.
La falta de acciones dejó a la zona bajo el agua, luego de intensas lluvias registradas la semana pasada.
Ayer el presidente Felipe Calderón realizó su cuarta visita a la zona.
Anunció que su administración creará un fondo de 7 mil millones de pesos para reconstruir Tabasco y solicitó a los mexicanos apoyar con recursos privados la integración de otro fondo “espejo”, con el fin de tener mayores recursos para obras hidráulicas, de comunicaciones e infraestructura para la entidad.
El mandatario informó que ya está en estudio la creación de un fondo similar para el estado de Chiapas. Calderón estuvo también en esta entidad, después de que el desgajamiento de un cerrro sepultara un poblado.
Habitantes de Playa Grande encontraron los tres primeros muertos por la ola que generó el alud y arrasó la comunidad de Juan de Grijalva.
El Instituto Chiapas Solidaridad dijo que el número de desaparecidos es de 25, luego de que el lunes Gobernación informara de 16.
Desde las 6:00 horas varios pobladores comenzaron recorridos por las aguas del río Grijalva.
Al mismo tiempo, elementos del Ejército mexicano iban a los cerros para ubicar más habitantes y trasladarlos a los albergues.
En los refugios de Ostuacán y Pichucalco permanecen más de 500 damnificados, 239 de éstos son de Juan de Grijalva.
